Si te pido que me digas un objeto que represente a un bebé, ¿qué te viene primero a la mente?
Casi seguro me dirás: ¡un chupete!
Sí, el chupete está tan integrado en nuestro concepto de bebé que incluso parece formar parte de su anatomía, como si fuera un órgano más.
Ya son varias las veces que he sido testigo de que, al momento que el bebé sale del vientre de su madre, ya le está preguntando al acompañante dónde está el chupete.
Pero, ¿para qué sirve realmente el chupete?
Es un objeto que fue inventado para simular o reemplazar una de las funciones del seno materno.
Ten clara una cosa: el chupete es una imitación, el pecho de la madre es lo original.
Así que no tiene sentido decirle a una madre que amamanta que el bebé está usando su pecho como chupete.
En cambio, el chupete se usa en el pecho.
Pero seguro que nunca has oído a alguien decirle a una madre cuyo bebé tiene un chupete en la boca: “Está usando el chupete de teta. Dale el pecho, que es lo que quiere”. Y esta frase al contrario, ¡te garantizo que se dice mucho! Y no tiene sentido.
La lactancia materna tiene 2 funciones básicas:
Función nutritiva
-Hidratación: Ya que la leche al inicio de la toma es más aguada para poder calmar la sed.
-Nutrición: Función más conocida. Aporta alimento para el correcto desarrollo físico y psíquico del niño.
Función no nutritiva
-Necesidad innata de succión, reconforta, da tranquilidad, fortalece el vínculo, proporciona refugio, seguridad…
-Digestiva: aumenta los movimientos intestinales y la secreción de fluidos digestivos.
-Física: fortalece la mandíbula y el correcto moldeado del paladar y arco dental.
-Cognitiva: contribuye al correcto desarrollo cerebral.
¿Cuál es la función del chupete?
Este objeto pretende imitar una de las funciones no nutritivas de la lactancia materna: la de la tranquilidad, de la comodidad. Y además es una función muy necesaria para el bebé.
Entonces, ¿eso significa que es esencial?
No.
Es completamente innecesario si el bebé está mamando del pecho.
¿Cuándo se recomienda que el bebé use chupete?
En el caso de la lactancia artificial, veo necesario darle al bebé un chupete para satisfacer la necesidad de succión que no se limita solo a los momentos de alimentación.
No digo que haya que estar todo el día con el chupete, pero sería necesario ofrecer este sustituto de la succión al pecho a los bebés que no amamantan, en momentos puntuales como:
Estrés: cuando el bebé está nervioso o agitado por cualquier motivo
Dolor o malestar: cuando está enfermo, durante procedimientos médicos estresantes…
Sueño: para conciliar o mantener el sueño. De hecho, puede prevenir la muerte súbita del lactante (También chupar el pecho durante los despertares nocturnos).
Ausencia prolongada de la madre: bebés que se estresan mucho cuando la madre tiene que pasar muchas horas lejos de él.
Un bebé que toma el pecho a demanda no necesita chupete ya que cumple todos estos puntos anteriores. Y digo más, incluso podría ser contraproducente, ya que puede interferir con la lactancia y causar problemas de ortodoncia en el futuro.
A partir del primer mes completo de vida (ideal 6-8 semanas), que es cuando la lactancia ya debería estar bien establecida, no desaconseja el uso del chupete. Simplemente sería elección de los padres elegir si ofrecerlo o no, sopesando los pros y los contras de introducir este objeto como parte de la infancia de su hijo.
Ya hemos visto los pros, ahora vamos con los contras del chupete:
Interferencia con la lactancia materna:
Para amamantar, el bebé necesita abrir mucho la boca y hacer ciertos movimientos coordinados para poder extraer la mayor cantidad de leche en menos tiempo. Todos los bebés nacidos a término, sanos saben cómo hacer esto de forma innata.
La forma de chupar la tetina de un chupete o de un biberón es completamente diferente. Debe fruncir los labios y chupar como se hace con una pajita.
Cuando aún se está iniciando la lactancia, la tetina del chupete o del biberón podría confundir al bebé y acabar succionando el pecho de forma incorrecta, lo que provocaría menos transferencia de leche y dolor y grietas en los pezones de la madre.
Problemas de ortodoncia:
La típica mordida abierta, es decir, los dientes centrales superiores e inferiores pierden paralelismo.
Problemas de lenguaje:
La forma de succionar una tetina no ejercita adecuadamente todos los músculos de la cavidad bucal necesarios para el correcto desarrollo del lenguaje, como sí lo hace la lactancia. Por eso también se recomienda limitar el tiempo que pasan con el chupete en la boca, a lo que comentábamos antes.
Es necesario quitar el chupete cuando el bebé tiene 1 año:
Separar al niño de un objeto de apego no es fácil ni para él ni para nosotros, los padres. El retiro final debe hacerse de la manera más suave y respetuosa posible.
Si decides darle un chupete a tu hijo, evita:
– Remojar en miel u otros líquidos dulces ya que favorece la aparición de caries
– Chupar el pezón para “limpiarlo” cuando caiga al suelo. Este gesto que hacen muchos padres es perjudicial porque puede transmitir resfriados, gripe, herpes labial…
– Prolongar el uso hasta después del primer año de vida del niño.
– Compra solo los que estén homologados para evitar accidentes como asfixia con la tetina u otros accesorios que formen parte de un chupete que no haya pasado el control de calidad.
Ninguno de mis 3 hijos han usado chupete. No hubo necesidad ya que siempre fueron amamantados a demanda.
Normalmente somos nosotros, los padres, los que acabamos creando en ellos esta necesidad, ya que los bebés amamantados suelen incluso rechazar el chupete.